sábado, 19 de junio de 2010

Posiciones básicas de la LECO

La Liga por la Emancipación de la Clase Obrera somos una agrupación marxista, nos reclamamos del internacionalismo proletario.
Consideramos a la clase obrera como la única capaz de hacer la revolución y guiar al conjunto de los explotados. La clase obrera se conforma esencialmente del sector que vive del salario y del sector desempleado quien vive las calamidades de la explotación obrera.
Consideramos que el capitalismo como los sistemas de producción que le preceden tiene un período de ascendencias y un período de decadencia. La decadencia plantea una nueva táctica en el proletariado, ante la nueva realidad histórica en la que los métodos de lucha del pasado se ven superados.
Rescatamos el aporte de la izquierda comunista que se mantuvo fiel al internacionalismo proletario a través de un período de exterminio y sobre todo de malversación de la lucha comunista.
Consideramos que el proletariado no puede defender ninguna bandera nacional, no creemos que haya nada de progresivo en ninguna lucha nacional en este período histórico.
Consideramos que los sindicatos no son herramientas de lucha proletaria desde que el capitalismo entró en su decadencia.
Así como los sindicatos la lucha parlamentaria desde la entrada en decadencia es un campo controlado completamente por la burguesía donde no se puede defender ningún interés proletario, ni haciendo participación crítica.
No creemos en los “estados obreros” como consideran los trotskistas, consideramos que países como cuba, china, la antigua URSS estalinista, etc. son y han sido siempre tan capitalistas como cualquiera; que el patrón sea el estado no cambia la relación de explotación.
Consideramos que los consejos obreros son los órganos de lucha y organización de la clase, pero en tanto no se pongan en cuestión por la misma clase, esta puede organizarse en asambleas abiertas de trabajadores que involucran trabajadores de distintos gremios, estudiantes, desempleados. Tal como ya lo viene haciendo en algunos casos la clase obrera en los últimos años de reanudación de la lucha de clase.
Le LECO viene de haber defendido posiciones trotskistas, inicialmente entramos en diferencia con la posición parlamentaria y sindical de Trotsky y el Trostkismo, su activismo y en general con el programa que defendía la llamada “cuarta internacional” lo que vimos como un programa socialdemócrata. Logramos contactar con camaradas de otros países como la CCI con posiciones similares a las nuestras, y así clarificar nuestras posiciones. Actualmente la LECO es organización hermana de distintas agrupaciones del medio proletario internacionalista a nivel mundial, con quienes mantenemos debates y hemos logrado defender tomas de posición conjuntas. Esto pues pensamos que es de vital importancia actualmente que se amplié el medio de debate internacionalista, pues la clase obrera ha empezado a recobrar fuerzas y surgen elementos y grupos en distintas partes planteándose rescatar la teoría y el combate revolucionario. Creemos que a pesar de las diferentes posiciones con otras agrupaciones que se reivindiquen proletarias internacionalistas se pueden mantener debates que se dirijan a buscar el desarrollo de la conciencia en la clase.

Contacto: emancipación.obrera@gmail.com
http://internacionalismo-leco.blogspot.com/

La crisis la seguirán pagando los trabajadores con miseria y soportando la represión.

El pasado mes de abril hemos visto distintas luchas surgir como parte del descontento generalizado mundialmente que hace ir despertando a la clase obrera; las luchas contra la minería a cielo abierto, las luchas de los porteadores, las manifestaciones de rechazo a la negociación que hizo Japdeva de los muelles de Moín y Limón, las luchas estudiantiles contra la represión y las manifestaciones contra la ley de salario único.
La lucha de clases se reanuda lentamente, y las luchas de abril son una expresión de la disposición de la clase para luchar. Claro está que estas han sido manifestaciones controladas por los sindicatos y grupos izquierdistas que al tanto del descontento que se propaga en la clase buscan mantenerlo dentro del marco del aislamiento y de la negociación con la burguesía. Estos actúan del lado de la burguesía ayudándola a que no pasen de ser manifestaciones pacíficas y democráticas (manipuladas y estériles) puesto que quieren evitar movilizaciones que permitan la extensión en la clase como una lucha común, que puedan criticar y superar el freno del izquierdismo y los sindicatos, desarrollando la solidaridad proletaria internacionalista y despertando un debate en la clase sobre su perspectiva histórica, debate que la preparará para las futuras luchas.

Para este año 2010, lejos de salir de la crisis como decían los medios burgueses, la situación de los trabajadores en Costa Rica así como en el resto del mundo no hace más que empeorar, y así los planes de las burguesías alrededor del mundo son, recortes salariales, recortes de pensiones, en fin distintas medidas para poder explotar aun más a los trabajadores. Así lo hemos visto en Grecia donde la clase ha demostrado como un gran ejemplo como enfrentarse a los planes de miseria, y claro en todo el mundo los planes de “austeridad” son el punto 1 de la agenda de todas las naciones desde las “duchas comunistas” que incentiva Chávez hasta los nuevos planes del gobierno de zapatero en España. Esto además de demostrar que la crisis la pagan los trabajadores y que la burguesía no es la que paga los platos rotos de sus consecuencias, también demuestra que la crisis es mucho más profunda de lo que se viene diciendo públicamente. Pues toca el interés de todos los sectores de la burguesía mundial y no es una crisis que se pueda limitar a una determinada región o sector capitalista.
La ley del salario único, el inicio de los planes de austeridad.

La ley del salario único el gobierno de Costa Rica busca seamos los obreros los que pagamos la crisis, actuando de la misma forma como lo viene haciendo la burguesía a nivel mundial. La Ley del salario único, donde el gobierno argumenta que hay salarios de privilegio para reducir los salarios de miles de trabajadores del estado, es sólo una de las expresiones de los planes de miseria del gobierno contra la clase trabajadora. La empresa privada se apoya en la crisis para mantener salarios miserables y amenazar a los empleados con despidos o pagando menos. La clase trabajadora sólo podrá resistir y enfrentar su situación logrando la solidaridad en estas luchas extendiéndola más allá que a sólo los obreros de un sector, involucrando en la misma lucha también a los empleados del sector privado.
JAPDEVA muestra del papel de los sindicatos
Recientemente el sindicato de mueleros Japdeva negoció con el gobierno la concesión de los muelles en Limón y Moín, esto tras haber recibido subsidios millonarios. Este acontecimiento despertó el repudio de muchos trabajadores quienes se manifestaron contra esta acción del sindicato.
Consideramos que este hecho debe servir para ver la verdadera cara de los sindicatos, que es la de ser comisarios de la burguesía entre los mismos trabajadores ser los negociadores de la miseria y del atropello a los trabajadores.
Más que un problema de directiva, como apuntan algunos quienes creen que se puede seguir defendiendo a los sindicatos, el problema es el papel que juega cualquier sindicato actualmente en el capitalismo en descomposición, lejano a cualquier interés de la clase obrera.
Recientemente la clase obrera ha podido empezar a enfrentar a los sindicatos, como ha sucedido recientemente en Turquía, lo que debe ser un ejemplo para el proletariado alrededor del globo. Los obreros de Tekel en Turquía tomaron el edificio de una sede sindical por dos días, luego de que este les había mantenido las puertas cerradas en los días de manifestaciones y enfrentamientos con la policía. La desconfianza en el sindicato fue clara para los miles de obreros de Tekel, quienes sostenían "No seguiremos cualquier decisión tomada por la administración del sindicato para poner fin a la lucha y volver atrás. Y si hay una decisión de poner fin a la luchan sin que exista una ganancia como lo hicieron el año pasado, estamos pensando vaciar el edificio de Türk-İş y, a continuación, quemarlo" (http://es.internationalism.org/ccionline/2010_Tekel)

La lucha de la clase obrera se reanuda internacionalmente y esto lleva a la toma de conciencia en la clase, a debatir sobre su perspectiva y a poder ir desarrollando su solidaridad internacional, a superar el freno del izquierdismo y los sindicatos comprometidos con la burguesía. La perspectiva histórica debe ser retomada por la clase para superar el capitalismo y construir el comunismo una sociedad humana sin clases ni opresión, sin fronteras.
En.

LA CLASE OBRERA NICARAGUENSE NADA TIENE QUE VER EN LOS PLEITOS INTERBURGUESES.

Los conflictos interburgueses en Nicaragua están calientes, por una parte el frente sandinista de liberación nacional con su apetito de poder pretende tomar el control de todas las instituciones del estado: la Asamblea nacional, la corte suprema de justicia y el consejo supremo electoral.
Por la otra parte, la “oposición” encabezada por el partido liberal constitucionalista (PLC) con todo y su presidente “honorario” Arnoldo Alemán y la alianza liberal nicaragüense (ALN) con su “dirigente” Eduardo Montealegre, tratan de hacerle frente a la estampida sandinista, que cualquier manifestación por pequeña que sea y de quien sea, saca a las calles a los consejos del poder ciudadano (CPC) y contrata a mareros para reprimirlas.
No hay duda que estos tres partidos de la burguesía pelean por quien se queda con la tajada mas grade del pastel, el frente sandinista con su discurso de “la revolución”, de que este año 2010 es el año de la solidaridad en Nicaragua, que el país avanza por el camino cristiano y socialista hacia el ALBA, no son mas que argumentos falsos para limpiar la mala imagen que ya tienen frente a la clase obrera nicaragüense y centroamericana.
Con el decreto ejecutivo que el “comandante” Daniel Ortega promulgara en semanas pasadas y en el cual basándose en un articulo de la constitución de 1987, hace permanecer en sus puestos a todo funcionario publico que tuviera vencido su periodo de gobierno, hasta que la asamblea legislativa no nombrara a otros o no fueran reelectos en sus puestos, esta táctica del partido de gobierno fue la gota que derramo el vaso del conflicto interburgues en Nicaragua.
La clase obrera nicaragüense no tiene que dejarse arrastrar por pleitos interburgues, ni el frente sandinista, ni el PLC, ni mucho menos el ALN tienen que ver con la lucha proletaria, todos son iguales, ninguno es mas progresivo que el otro, ya que estos solo buscan el beneficio de su clase, la burguesía.
Ningún apoyo a ninguna fracción de la burguesía, el proletariado tiene que dejar que ellos resuelvan sus conflictos y no debe de servir como carne de cañón, como paso en 1979, que centenares de miles de obreros murieron para engordar las cuentas bancarias de la familia sandinista.
El frente sandinista como ya lo ha denunciado la LECO en varias ocasiones, es el representante oficial de la burguesía nicaragüense y no es como ellos se jactan de ser el pueblo presidente, con todo y su frente nacional de trabajadores (FNT) y la central sandinista de trabajadores (CST) ayudan a adormecer la conciencia del proletariado y mantenerlos mansos, que se dedican a recortar el presupuesto de la educación publica, para que? para reforzar las instituciones que le permiten seguir manteniéndose el poder, como la policía nacional y el ejercito.
Ortega y Chávez con su mismo discurso pretenden hacerle creer a la clase obrera latinoamericana que las medidas económicas y los mecanismos organizativos que implementan, son el tan promovido camino hacia el socialismo del siglo 21, pero los obreros no tenemos porque dejarnos engañar, esas son las estrategias que utilizan para implantar el capitalismo de estado. Estas dos ratas burguesas que atacan de palabra al “imperialismo yanqui”, pero lo que no le dicen al proletariado es que ellos pretenden construir otro imperio económico, militar y político, a base de que, a base del hambre, del desempleo, de la destrucción y la represión del proletariado latinoamericano.
Ortega se ha dedicado ha promover el nacionalismo desde todos los frentes, primero entrando en conflicto territorial con Colombia, que hará de Nicaragua una potencia económica en la región. Pretende engañar al proletariado entregando bonos de vivienda a unos cuantos, es decir a la base de su partido, a los de la juventud sandinista, a los miembros de los consejos del poder ciudadano para que le sigan sirviendo de policía en los barrios y comunidades, pero por otro lado si llega algún grupo de personas que carece de vivienda y terreno ha asentarse en algún lote desocupado, manda ha desalojarlos con los antimotines, con este ejemplo queda en evidencia que ortega defiende la propiedad privada y es un soldado fiel del capital.
El frente sandinista en meses pasados desato una campaña contra los que le precedieron al poder. Saco unas fotos en las que decían que se buscaban por ladrones, a Arnoldo Alemán, Montealegre, Violeta Chamorro y todos los diputados que estuvieron en la asamblea legislativa después que ellos dejaron el poder en 1990. De esa fecha hasta el 2007 que llegaron nuevamente al poder, le han llamado la oscuridad neoliberal. Pero según ellos nunca le han robado nada al proletariado y siempre han velado por sus intereses, pero refresquemos memorias: los sandinistas fueron los que implementaron el servicio militar obligatorio, racionaron los alimentos, prohibieron las huelgas en los años 80 con el pretexto de estabilizar la nación y todavía siguen exprimiendo a la clase obrera.
Ortega es el comandante de las ratas burguesas de Nicaragua y obviamente el proletariado nicaragüense no necesita ser comandado por ningún agente faldero de Chávez, que hace alianzas con las transnacionales para sacar sus tajadas, sin importarle el hambre, ni la miseria del pueblo, a quien se jacta tanto de luchar por el.
La clase obrera nicaragüense debe aprender de la experiencia de las décadas pasadas, en las que el sandinismo llamaba a defender la patria, a sublevarse contra la tiranía de Somoza, a construir la Nicaragua nueva que el pueblo tanto anhelaba y en que termino, todo el cuento sandinista dio como resultado una nueva ala de la burguesía, aun mas burocratizada y mas enriquecida. Este enriquecimiento de la burocracia sandinista costo la vida de mas de 100 mil obreros en la guerra civil desatada por las dos fracciones de la burguesía que se encontraban en conflicto en esa época.
Las nuevas generaciones de obreros tenemos el deber de reflexionar sobre estos acontecimientos, ya que así, podemos avanzar en nuestra conciencia y no dejarnos manipular, por quienes quieren hacernos creer que el capitalismo de estado es igual que socialismo, por el contrario capitalismo de estado es antagónico al verdadero socialismo al que tiene que construir la misma clase obrera. Ni Chávez, ni Ortega construirán un mejor futuro para el proletariado latinoamericano.
La clase obrera tiene que velar por la autonomía en sus luchas y el pleno desarrollo de su conciencia, ya que solo así podrá traerse a bajo el muro que en estos momento le imponen los defensores de un socialismo ficticio, basado en la explotación estatal. Fed.

PRONUNCIAMIENTO SOBRE LAS TENSIONES MILITARISTAS EN LA REGION

ANTE LOS VIENTOS DE GUERRA Y LA AGUDIZACIÓN DE LA CRISIS, LOS TRABAJADORES NO TIENEN NINGUNA PATRIA QUE DEFENDER, NI NINGUN BANDO QUE ESCOGER




Esta declaración surge de la Jornada Internacionalista celebrada en Perú, el pasado Enero del 2010. De esta forma concretamos la responsabilidad que asumimos los grupos que venimos forjando un espacio internacionalista desde hace algunos años en esta región[1] En esta sesión de debate se centró sobre un tema de tanta actualidad e importancia hoy en día: Las Tensiones Militaristas en la Región. Hoy cuando el capitalismo a nivel mundial se encuentra pasando por una de sus crisis más profundas en su historia.

En este periodo de crisis del capitalismo se hacen sentir las tensiones militares entre diversos países como: Perú con Chile, Venezuela con Colombia, Ecuador con Colombia, Uruguay con Argentina…. además está, el ímpetu imperialista de Brasil que aspira a ser el gran padrino de la región desafiando cada vez más al imperialismo USA. No hay que olvidar que esto no solo pasa en la región sino, también en otras partes del mundo como por ejemplo: la guerra abierta en Afganistán, Irak o las tensiones guerreras en Pakistán, Irán, Yemen, Oriente Medio, África …Se trata de un escenario mundial, de constante conflicto generado por el capitalismo en crisis.
Todos los países en esta dinámica se enmarcan dentro de toda una política armamentista promovida por las Burguesías y sus Estados con el ímpetu imperialista de demostrar una pretendida superioridad bélica, situación que es presionada por la profunda crisis del capital.
Se han destinado millones de dólares en compra de armamentos, ocasionando reducciones de los gastos sociales (en educación, salubridad, reducción de salarios, desempleo…) en los países que están metidos en esta carrera armamentista, ocasionando peores condiciones de vida para el proletariado, que como siempre, es el que paga las consecuencias de estas competencias bélicas, con el empeoramiento de sus condiciones de vida y con su sangre en la eventualidad de una guerra desatada. De esta forma el proletariado es atacado directamente por el capitalismo.
La posibilidad de una guerra es real por que el capitalismo ha demostrado que la única salida que tiene a la crisis ha sido la guerra generalizada y como sabemos la guerra generalizada es la regresión a la barbarie, propia de la sociedad capitalista. Con esto queremos decir, que existe el riesgo de que la escalada de guerras imperialistas regionales, de matanzas, de carreras armamentistas y demás situaciones de destrucción, acaben llevando a la aniquilación de la humanidad y del planeta en su conjunto, junto con el proceso de destrucción medio ambiental hoy bastante avanzado.
Rosa Luxemburgo decía: «La guerra es asesinato gigantesco, metódico, organizado. Pero en los seres humanos normales este asesinato sistemático es posible sólo si previamente se ha alcanzado cierto grado de ebriedad. Este ha sido siempre el método verificado y garantizado de los que libran las guerras». La guerra necesita para desencadenarse de la borrachera nacionalista, patriótica, irracional, de las masas proletarias. Necesita que los obreros antepongan la solidaridad ciega con su burguesía frente a la solidaridad internacionalista –humana y liberadora- con sus hermanos de clase de todos los países. Necesita que los obreros se sientan parte de una supuesta “comunidad nacional” donde los capitalistas que les explotan y los gobernantes que les engañan y oprimen, pasen a ser “hermanos de sangre”.
Es decir, la guerra generalizada necesita como mínimo una derrota ideológica del proletariado mundial lo que le causa heridas en su conciencia y su solidaridad, división y pérdida de sus mejores fuerzas, todo lo cual le será muy difícil recuperarse.
Por eso tenemos que distinguir entre el proceso previo a la guerra generalizada y el estallido mismo de la guerra generalizada. Son dos momentos distintos:
El primero va de la mano con el desarrollo de la crisis y supone una amenaza de alistamiento del proletariado pero este puede resistir con sus fuerzas revolucionarias internacionalistas al frente. Es decir, que frente al proceso de incidentes, guerras localizadas, armamentismo, el proletariado debe desarrollar su conciencia, su lucha, su solidaridad internacional, y evitar a término, con el desarrollo de su respuesta revolucionaria contra el capitalismo, la marcha hacia la guerra.
En cambio el segundo requiere de una derrota ideológica previa del proletariado (caso de la 1ª Guerra Mundial) y de la combinación de una derrota ideológica con un aplastamiento físico (la 2ª Guerra Mundial). Ello supone un golpe muy duro para el proletariado que puede inmovilizarlo para varias generaciones.
En la época actual estamos viviendo una situación que corresponde a la primera y por tanto la resistencia del proletariado puede desarrollarse y politizarse hasta el punto de levantarse contra la crisis y contra la acumulación de movimientos guerreros mediante la Revolución Proletaria Mundial.
Ahora bien en el caso de que se diera una guerra (aquí o en cualquier otra parte), debemos tener bien claro y es nuestra labor contribuir a la toma de conciencia de clase del proletariado para que se dé cuenta de que en una contienda guerrera no se lucha por los intereses de los trabajadores o de la población oprimida sino única y exclusivamente por los de la clase dominante capitalista; de manera que el enemigo está dentro y fuera de las fronteras de “su” país, al igual que el resto de las clases explotadas.
Sabemos que el hecho de que se dé una guerra sería algo que provoque muchas terribles condiciones como el alza de los precios, reducción de salarios sin mencionar las enormes cantidades de pérdidas de vidas proletarias; sin embargo, no debemos olvidar que éstas precisamente pueden -y deberían- ser los factores que contribuyan al inicio de la revolución proletaria. En todo caso, en cualquier circunstancia el proletariado debe luchar por su programa, por el Comunismo. Por otro lado sabemos que en el contexto actual las masas explotadas aún no son conscientes de su deber y esta situación se agrava y complica porque muchas de las organizaciones que dicen defender a los trabajadores y luchar por el socialismo en realidad defienden el interés de la burguesía nacional y, por tanto, apoyan la guerra imperialista.
No hay que subestimar el desarrollo de la guerra sobre la consciencia de clase, las 3 revoluciones obreras que conocemos, surgieron después de una guerra, la de 1871 en la Comuna de París, la de 1905 Rusia-Japón y la oleada revolucionaria en respuesta a la guerra mundial del 1914. No es casualidad si la guerra es un factor de consciencia, pues pone en evidencia lo que el capitalismo es en realidad, la barbarie generalizada en nombre del progreso. Hoy que la crisis se reconoce como la peor de la historia, no es difícil entender los lazos entre la guerra y la crisis. Pero con esto no queremos decir que la guerra puede provocar una revolución inmediata, no existe tampoco ninguna relación causa –efecto.
Es cierto que las revoluciones de 1871, 1905 y 1917-23 fueron la respuesta proletaria a la guerra imperialista. Pero también es cierto que la segunda Guerra Mundial no provocó ninguna respuesta revolucionaria del proletariado más allá de las huelgas en el Norte de Italia (1943), el malestar (motines y algunas huelgas) que empezó a darse en Alemania (1944) y la Comuna de Varsovia (1944).
Una de las causas fundamentales por las que la crisis económica es más favorable al estallido de la revolución, que la guerra, es que mientras la primera no puede ser acabada por la burguesía porque es como un cáncer que va corroyendo irremisiblemente la máquina productiva y social, la guerra puede ser detenida por la burguesía mediante un acuerdo entre los beligerantes. Así ocurrió por ejemplo cuando estalló la revolución en Alemania en noviembre 1918: inmediatamente toda la burguesía mundial comprendió el peligro y puso fin a las hostilidades el 11 de noviembre. Esto produjo una sensación generalizada de alivio y concretamente en Alemania provocó que los soldados se fueran desentendiendo poco a poco de toda lucha revolucionaria.
Aunque las tensiones imperialistas no se cristalicen inmediatamente hay que desarrollar las posiciones internacionalistas del proletariado: la denuncia de la guerra, la denuncia de los dos bandos de la Burguesía y el apoyo a la lucha revolucionaria del proletariado. Estas tensiones además deben servirnos de reflexión, porque estas amenazas son un peligro para el proletariado y la humanidad en su conjunto. El proletariado debe está alerta, ante cualquier amenaza de guerra.
Contra la eventualidad de la guerra desarrollemos las fuerzas revolucionarias internacionalistas. La probabilidad de una guerra estará siempre presente si las crisis del capitalismo siguen presentándose más seguidas, mas graves y profundas. El Capitalismo no tiene futuro alguno, solo el proletariado representa un futuro para la humanidad y el Comunismo es su proyecto histórico: sin guerras, ni patrias.

Firman:
LECO: Liga por la Emancipación de la Clase Obrera (Costa Rica);
CCI: Corriente Comunista Internacional;
NDIE: Núcleo de Discusión Internacionalista de Ecuador;
GLP: Grupo de Lucha Proletaria (Perú);
ORGAP: Organización Anarco Punk (Perú);
NPP: Núcleo Proletario en el Perú (Perú);
Compañeros internacionalistas a título individual.



Notas para el debate sobre las tensiones imperialistas

Ante la profundización de la crisis del sistema capitalista mundial, existe la posibilidad real de guerras a gran escala en la región latinoamericana.

De ese fenómeno no se escapa ninguna región del planeta puesto que la complejidad de las contradicciones, de las tensiones a cada segundo marcan esa tendencia.

Las guerras de Afganistán e Irak ; las tensiones entre Pakistán e India ;Corea del norte y EEUU y tensiones entre las dos coreas ;tensiones entre China continental y Taiwán ; todo el medio oriente en África ; son estos algunos ejemplos de las múltiples y complejas contradicciones del sistema capitalista mundial en su más profunda crisis de la historia , en su muestra de su indetenible putrefacción.

En la región, las tensiones involucran a Colombia-Venezuela; Perú-Chile; Ecuador-Colombia, de esto tampoco se escapan Centroamérica, como por ejemplo los pequeños pero significativos roces entre Nicaragua-Costa Rica; Nicaragua-Colombia entre otros.

Todos estos países, además de armarse para tener mejores espacios de influencia en la región aprovechando del debilitamiento del control de EEUU en la región, también se preparan en a lo inmediato y a largo plazo, para responder con sangrientas represiones al proletariado. Esto pues en el proletariado cada día existe la tendencia al cuestionamiento sobre el propio modo de producción capitalista, aunque esto sea todavía incipiente, existe la posibilidad real de futuras convulsiones sociales.

Aunque ya hace décadas pasaron de moda los regímenes bonapartistas, las dictaduras militares, los golpes de estados de hienas como Pinochet, Alfredo Strossner y Somoza, juntas militares en Argentina, en Honduras, etc, etc. no hay que descartar estos nuevos regímenes con nuevos rostros para embaucar a las masas. Ese nuevo rostro del capitalismo se llama socialismo del siglo 21 apoyado "críticamente "por la izquierda radical e incondicionalmente por los neostalinistas -castristas y los “reformistas” de nuevo cuño.

La pregunta sería ¿Qué tan vulnerable está el proletariado, cuánto ha avanzado el proletariado en su conciencia de clase como para caer en el engaño, en la trampa del pretexto de la lucha contra el narcotráfico, del terrorismo, o de caer en la trampa bajo las banderas del nacionalismo y despedazarse entre hermanos de clase, carnicería que solo serviría para alargar mas la agonía dentro del periodo de decadencia que se encuentra el capitalismo, pero que también arrastra un penoso sufrimiento para los explotados y oprimidos del mundo entero.

El izquierdismo haciendo ver la lucha entre dos bandos busca distorsionar la realidad que nos permita comprender la dinámica del capital en la etapa que vivimos, y reduciendo la lucha al apoyo de un bando, es decir a hacer que el proletariado se enfrente entre sí mismo y no se identifique como clase revolucionara mundial, sino que persiga el interés mezquino de alguna facción burguesa.
El proletariado debe enfrentar estas intensiones imperialistas con su solidaridad internacional, desarrollando sus luchas y tomando conciencia, oponiéndose a participar como carne de cañón y a asesinar a sus hermanos de clase en las guerras, sabiendo identificar las trampas de la burguesía en la que los sindicatos los partidos de izquierda e izquierdistas confabulan como parte de ella; llevando la lucha del proletariado no a arrinconarse en un sector sino a buscar la unidad política que permita ir creando los lazos de solidaridad para actuar en conjunto internacionalmente.
Rod.(LECO)

Aporte al debate sobre el 1 de mayo.

Compañeros de Perú del Círculo Sociedad y Ciencia y de España han lanzado algunos elementos de debate alrededor del 1 de mayo, sobre los que haremos algunos aportes.
Una de las interrogantes que surgen es si es o no el primero de mayo una fecha de reivindicación de la lucha proletaria.1
La otra es sobre si existen o pueden existir “sindicatos proletarios” 2
Al respecto apoyamos el planteamiento de los compañeros de la CCI al mencionar “esos métodos de acción ligados al sindicalismo se han revelado un medio para fragmentar, dividir y desorganizar a los trabajadores.”(cita)
El primero de mayo está comprometido al estado, a sus medios de canalizar las luchas y por medio de los sindicatos decirle a los obreros cuando luchar y cómo, para llevarlos a la dispersión. Es una fecha en que toda la los sindicatos y la izquierda acostumbrada a sus campañas electorales y sindicales, saca sus banderas y dan discursos sobre el socialismo, sobre la clase obrera, etc. Se hace de la lucha proletaria un desfile de compromiso al estado con la burguesía donde se justifica con mil y un discursos, los grandes privilegios de los sindicalistas y su supuesta importancia para la clase obrera, venden una imagen falsa de la lucha proletaria, de socialismo, para hacerla potable para la burguesía y agotarla en su corral. Ante esta realidad nos hemos planteado ¿realmente se representa algún interés de la clase en los primeros de mayo? O es otra forma de seguir canalizando las luchas en el marco del estado burgués, tal como este hace declarando días para la celebración de distintas luchas, como el día del ambiente, el día de la diversidad cultural, etc.
Ante el segundo elemento aportado al debate hemos considerado que tanto sindicatos grandes como pequeños, háganse ver como radicales o revolucionarios, están condenados como organismo al estado por todas partes. Son los intermediarios de la explotación y mantienen a los obreros divididos por sectores peleando aislados y así debilitándolos en una lucha permanente por cuestiones legales y alejados de la fuerza de la unidad propia del proletariado, donde son los mismos obreros de distintos sectores, naciones, en general sin distinciones, quienes toman las decisiones para definir su rumbo e impulsar la lucha internacional del conjunto de la clase. El papel de los “sindicatos proletarios” no es otro que el de las facciones del izquierdismo, de utilizar un lenguaje radical en apariencia revolucionario para terminar haciendo valer el interés de la burguesía, y comprometiendo a los obreros en los procesos electorales, en el sindicato, etc.
La burguesía tiene todo tipo de negociadores entre la clase para poder utilizarlos en las distintas coyunturas. En general la política de estos sindicatos es de seguir las luchas sindicales en general pero siempre exigiendo algo más que lo que se negocia oficialmente con los sindicatos grandes, o queriendo llevar huelgas aisladas al desgaste y a la decepción. El aporte de los compañeros de ORGAP y GLP grupos proletarios en Perú hacen una reflexión importante al respecto.
”5. Criticamos el Entrismo en todas sus formas, postura que plantea que los revolucionarios deben ingresar en organizaciones tales como sindicatos, comedores populares, frentes, organizaciones barriales, partidos de izquierda, con el pretexto que allí están los proletarios, los explotados. Esa táctica-indigna y oportunista-históricamente solo llevó a nuestra clase y su vanguardia a los callejones sin salida del reformismo y la contrarrevolución.
6. Por supuesto todo esto es muestra que el proletariado le falta recuperar su confianza en sí mismo, de reconocerse como clase y reapropiarse de su programa histórico. El proletariado tiene que organizar de manera autónoma sus luchas como clase a nivel mundial, para superar su encuadramiento y debilitamiento provocado por partidos y sindicatos. Solo la solidaridad, la unidad y su internacionalismo proletario en sus luchas masivas generalizadas a escala mundial, marcaran el camino del proletariado para su victoria final.”



Ya desde hace mucho nada queda en el sindicalismo que pueda servir a la clase, pero lo que si le servirá ir desconfiando cada vez más en estos, grandes o pequeños, para así poder autoorganizarse con asambleas, buscando llevar las luchas a la unificación con otros sectores proletarios combatiendo reanudando la lucha de clase, tomando fuerza internacionalmente y asumiendo así una responsabilidad histórica, acabar con la sociedad capitalista.
1 « es una fecha de reivindicación de la lucha proletaria contra el capital y los Estados burgueses. Es una fecha en la cual, mostramos al mundo que existimos como clase revolucionaria». (3 tomas de posición sobre el Primero de Mayo. http://es.internationalism.org/node/2869)

2 «sindicatos proletarios que están surgiendo y que irán surgiendo determinados por el desarrollo de la decadencia del Modo de Producción». (Ídem)

¡Frente a las curas de austeridad, respondamos con la lucha!

La siguiente es la hoja internacional que ha distribuido recientemente la CCI a nivel internacional sentando una pocición proletaria ante los planes del capital ante la crisis.


Grecia, Turquía, Portugal, España, Italia, Gran Bretaña, Irlanda, Francia,
Alemania, Rumania, Estados Unidos, Japón, China…


En Grecia la cólera es inmensa y la situación social
explosiva. En este mismo momento. el Estado
griego lanza ataques terribles contra el proletariado.
Todas las generaciones obreras y todos los sectores
están afectados de lleno. Los trabajadores del sector
privado, los funcionarios, los desempleados, los
jubilados, los estudiantes-precarizados… Nadie está
a salvo. Toda la clase obrera está amenazada de
sumirse en la miseria.

Frente a estos ataques, el proletariado no ha dejado
de reaccionar. Los obreros están saliendo a la calle
a batirse, mostrando así que no están dispuestos a
aceptar sin resistencia los sacrifcios que les exige
el capital.
Pero por el momento esta lucha no consigue
desarrollarse, no es aún una lucha masiva. Los
obreros de Grecia viven momentos difíciles ¿Qué
hacer cuando todos los medios de comunicación y
todos los responsables políticos afrman que no hay
más remedio que apretarse el cinturón para salvar
al país de la quiebra? ¿Cómo resistir la apisonadora
del Estado? ¿Qué métodos de lucha emplear
para construir una relación de fuerzas favorable a
los explotados?
Todas estas cuestiones no conciernen únicamente
a los obreros que viven en Grecia, sino a los de
todo el mundo. Además no hay que hacerse ninguna
ilusión, la tragedia griega es un anticipo de lo que
espera a los obreros en todas partes. De hecho ya
se han anunciado ofcialmente Curas de austeridad
a la griega en Portugal, en Rumanía, en Japón y
en España (¡donde el gobierno acaba de bajar el
salario una media del 5% a los funcionarios entre
otras medidas!). Todos estos ataques simultáneos
revelan una vez más que los obreros, cualquiera
que sea su nacionalidad, forman una misma clase
que tiene en todas partes los mismos intereses y
los mismos enemigos. La burguesía hace que el
proletariado cargue con las pesadas cadenas del
trabajo asalariado, pero sus eslabones unen a todos
los obreros, de país en país, por encima de las
fronteras.

En Grecia, son hoy nuestros hermanos de clase los
que son atacados y han empezado dolorosamente a
intentar batirse. Su lucha es también la nuestra.
¡Solidaridad con los obreros de Grecia!
¡Una misma clase un mismo combate!
Rechacemos todas las divisiones que intenta
imponernos la burguesía. Al viejo principio de las
clases dominantes, divide y vencerás, opongámosle
la consigna de agrupamiento del proletariado:
Proletarios de todos los países, ¡Uníos!
En Europa, la burguesía en cada país trata de hacer
creer a los obreros que van a tenerse que apretar el
cinturón por culpa de Grecia. La falta de escrúpulos
de los gobernantes griegos, que habrían dejado que
el país viviera a crédito durante décadas y además
habrían amañado las cuentas públicas, sería la causa
principal de una crisis de confanza internacional
en el euro. Los diferentes gobiernos utilizan todos
este pretexto engañoso para justifcar, uno tras otro,
la necesidad de reducir los défcits y la adopción de
planes de rigor draconianos.
En Grecia, todos los partidos ofciales, empezando
por el Partido “Comunista”, agitan los sentimientos
nacionalistas: «las fuerzas extranjeras son las
responsables de los ataques», «Abajo el FMI y la
UE»,«Abajo Alemania»; esas son las consignas
que lanzan en las manifestaciones la izquierda y la
extrema izquierda, que así, ignoran voluntariamente
el capital nacional griego.

En Estados Unidos, si las bolsas caen, sería a causa de
la inestabilidad de la Unión Europea; si las empresas
cierran, sería a causa de la debilidad del euro, que
afecta al dólar y a las exportaciones.
O sea, cada burguesía nacional acusa al vecino y
ejerce sobre el proletariado que explota este chantaje
infame: «aceptad los sacrifcios, sino el país se
debilitará y los concurrentes se aprovecharán». La
clase dominante intenta inocular el nacionalismo,
verdadero veneno para las luchas, en las venas
obreras.

Este mundo dividido en naciones concurrentes no
es el nuestro. Los proletarios no tienen nada que
ganar encadenándose al capital del país donde viven.
Aceptar hoy los sacrifcios en nombre de la defensa
de la economía nacional, signifca preparar otros
sacrifcios más duros aún para mañana.
Si Grecia está al borde del abismo, si España, Italia,
Irlanda y Portugal siguen el mismo camino, si Gran
Bretaña, Francia, Alemania o Estados Unidos están en
plena tormenta económica, es porque el capitalismo
es un sistema moribundo. Todos los países están
condenados a hundirse irremediablemente en este
marasmo. Desde hace 40 años la economía mundial
está en crisis. Las recesiones se suceden unas a
otras. Sólo una huída adelante desesperada en el
endeudamiento ha permitido al capitalismo obtener,
hasta ahora, un poco de crecimiento. Resultado: hoy
los hogares, las empresas, los bancos, los Estados,
están todos sobre-endeudados. La quiebra de Grecia
es la caricatura de la quiebra general e histórica de
este sistema de explotación.
La burguesía quiere dividirnos,
¡Opongámosle nuestra solidaridad!
La fuerza de la clase obrera es su unidad
Los planes de austeridad anunciados constituyen
un ataque frontal y generalizado a nuestras
condiciones de vida. La única respuesta posible es un
movimiento masivo de los trabajadores. Es imposible
hacerles frente batiéndose desde la empresa o la
administración donde trabajamos, o la universidad
donde estudiamos, aislados, por grupos. Luchar
masivamente es una necesidad, so pena de ser todos
derrotados y condenados a la miseria.

¿Y qué hacen los sindicatos, esas ofcinas etiquetadas
de «especialistas ofciales de la lucha»? Organizan
huelgas en múltiples centros de trabajo… sin buscar
nunca que se unifquen. Mantienen activamente
el corporativismo, oponiendo particularmente los
trabajadores del sector público y del privado. Pasean
a los obreros de jornada en jornada acción estériles
¡Son de hecho los “especialistas de la división
obrera”! Incluso se emplean a fondo en destilar
el nacionalismo. Un solo ejemplo: la consigna
más gritada en las manifestaciones de la GSEE
(Confederación General de Trabajadores en Grecia)
desde mitad de marzo ha sido…«¡comprad griego!».

Seguir a los sindicatos signifca siempre ir a la
división y la derrota. Los obreros han de tomar a
cargo sus luchas, organizando por sí mismos las
asambleas generales y decidiendo colectivamente las
consignas y las reivindicaciones, eligiendo delegados
revocables en todo momento y enviando delegaciones
masivas a discutir con los trabajadores de los centros
más próximos, las fábricas, las universidades, los
centros de administración, los hospitales…, para
animarlos a sumarse al movimiento.
Prescindir de los sindicatos, atreverse a tomar el
control de las luchas, dar el paso de ir a buscar a
nuestros hermanos de clase…, todo esto puede
parecer enormemente difícil. Y ese es uno de
los frenos actuales al desarrollo de la lucha. El
proletariado tiene una falta de confanza en sí mismo;
no tiene aún conciencia de la fuerza que representan
sus formidables capacidades. Por el momento, la
violencia de los ataques que lleva a cabo el capital,
la brutalidad de la crisis económica, la falta de
confanza del proletariado en sí mismo, actúan como
factores paralizantes. Las respuestas obreras, incluso
en Grecia, están bien lejos de lo que la gravedad de la
situación exige. Sin embargo el porvenir pertenece a la
lucha de clases. Frente a los ataques, la perspectiva es
al desarrollo de movimientos cada vez más masivos.
Algunos nos preguntarán: «¿Por qué emprender
esas luchas? ¿Dónde van a llevarnos? Puesto que
el capitalismo está en quiebra, ninguna reforma es
realmente posible y por tanto no hay alternativa».
Y efectivamente, en el seno de este sistema de
explotación, no hay ninguna salida. Pero negarse
a ser tratados como perros y luchar colectivamente
signifca batirnos por nuestra dignidad, tomar
conciencia de que la solidaridad existe en este
mundo de explotación, y que la clase obrera es capaz
de hacer vivir ese sentimiento humano inestimable.
Entonces empieza a aparecer la posibilidad de
otro mundo, un mundo sin fronteras ni patria, sin
explotación ni miseria, un mundo hecho para la
humanidad y no para el benefcio. La clase obrera
puede y debe tener confanza en sí mismo. Es la
única capaz de construir esta nueva sociedad y
reconciliar a la humanidad consigo mismo, pasando
«del reino de la necesidad al de la libertad (Marx)».
El capitalismo es un sistema en quiebra…
Pero otro mundo es posible: el comunismo

Corriente Comunista Internacional, 24 de mayo 2010, hoja distribuida a escala internacional

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